Dentro de poco es el cumpleaños de su amiga Victoria y Carlos quiere regalarle algo muy especial, algo hecho por él. Victoria siempre dice que de mayor quiere ser entomóloga —¡Vaya palabra, si la primera vez que la oí tuve que buscar el significado en el diccionario! Resumiendo, que a Victoria le apasionan los insectos, o como mucha gente los llama, los “bichos”; así que Carlos ha decidido hacer una abeja con plastilina y añadirle unas luces para los ojos y un zumbador que imite su sonido al volar. La idea la ha sacado de un programa de televisión que vio hace tiempo, aunque en aquel momento no le prestó demasiada atención.

En casa tiene plastilina, una pila de petaca, una bombilla pequeña y un trozo de cable para poder hacer una prueba con un circuito simple, como los que están estudiando ahora en el colegio. Sin embargo, algo falla, cuando usa la plastilina no consigue que la bombilla se encienda, así que decide hacer un circuito simple sin plastilina, con cables, para comprobar que el problema no esté en la pila o en la bombilla y esta vez la bombilla sí se ilumina. Así que el problema está en la plastilina, pero él está seguro de que en el programa de televisión usaban plastilina y las luces brillaban.

Piensa que lo mejor es preguntarle a su profesora. A esta le parece que la idea de Carlos es muy buena para trabajar el tema de la electricidad con toda la clase, así que propone a los alumnos realizar una indagación en la clase de Ciencias Naturales para dar respuesta al problema de Carlos y completar la tarea en la clase de Educación Plástica, en la que cada alumno elegirá qué animal quiere moldear con plastilina y qué elementos del circuito eléctrico quiere añadir. Por ejemplo, la idea de Carlos de una abeja con dos leds por ojos y un zumbador; una luciérnaga con los ojos y la luz del abdomen iluminados; una mariquita cuyos puntos sean luces LED.